Son tantas las veces que me he ido que ya perdí la cuenta. Pero lo importante es que siempre vuelvo. Y por una extraña razón, que honestamente no les sé explicar, esta vez se siente diferente. Creo que tendrán que escucharlo por ustedes mismos para entenderlo mejor. Este es un capítulo bastante diferente (si me lo preguntan). Es literalmente una desatrazada de los últimos 10 meses. Aquí hay sueños, logros, historias y hasta chismes... solo les digo que está bastante interesante. Estoy muy feliz de volver amigos y espero que ustedes también estén felices de tener a esta estrellada de vuelta.

Hablemos sobre las tribus, las personas, los lugares, sobre el famoso "encajar". Conversemos por favor de algo que es a la vez tan sencillo y tan complejo: SER. O mejor dicho, permitirnos ser. Estas palabras no planeadas llegaron a ti, porque necesitaban salir de mi para entender muchas cosas, para darme cuenta de que en unos lugares soy y en otros... pues también ¿o no?

Hablemos de las modas, del deporte, del miedo a hablar de las cosas en las que no somos expertos y, en general, de la vida. Te cuento que empecé a correr y he tenido tantos aprendizajes que hoy quiero decirlos en voz alta. Pero no se trata solo del running, hay mucho más, porque siempre que nos estrellamos hay mucho más.

Me demoré un poco para retomar este espacio, más de lo que creía la verdad. Por muchas razones, algunas que ni siquiera había entendido hasta que grabé este capítulo. Pero bueno, volvimos. Bienvenidos a la temporada #2 de Estrellada Podcast.

En el último capítulo de la primera temporada quiero aprovechar para hablar de tantas cosas, para hablar sin libreto y sin filtros sobre lo que se viene, lo que ha pasado y (obvio) lo agradecida que estoy por todo lo que hemos logrado en estos 24 capítulos.

Creo que hay mucho de que hablar sobre la amistad pero simplemente no lo hacemos ¿Por qué? Yo la verdad no me había atrevido todavía, pero después de una experiencia que viví hace poco sentí la absoluta necesidad de hacerlo. Desde mi postura no experta, claro, y como siempre sin pelos en la lengua.

¿Qué es el positivismo tóxico, cómo sobrevivio a él, cómo hago para que deje de afectarme, cómo actúo para no hacer parte de él? Tantas preguntas... Hablemos de este tema. No soy experta, pero lo he vivido.

Hablemos de la desconexión. Porque la verdad es que sentirnos desconectados, desmotivados, sin un rumbo tan fijo como antes es normal. Incluso a veces es necesario para podernos volver a conectar.

Desde hace un tiempo que mis mañanas se convirtieron en mi mejor ritual diario y, la verdad, no las cambio por nada. Son mis espacios de conexión en los que me permito encontrarme conmigo misma. Pero siempre de a poquitos, una mañana a la vez.

La verdad es que si me importa. Me importa demasiado y me importan demasiadas cosas. Hablemos de eso, por favor. Porque siento que a veces me importa más de la cuenta y eso me empieza a enloquecer un poco.

Hablemos de fluir ¿Te han dicho que fluyas con la vida? A mi sí, bastante la verdad. Y debo decir que a veces me frustro porque no tengo la más mínima idea de cómo hacerlo.

Hablemos del miedo, porque sé que todos le tenemos miedo a algo y es normal. Pero hoy quiero preguntarte ¿qué tanta importancia le estás dando a tus miedos? Y ¿qué tanta importancia le estás dando a tus sueños?

Creo que llevamos toda una existencia tratando de buscar nuestro bienestar, por la sencilla razón de que está en nuestra naturaleza inclinarnos por lo que nos hace estar bien. Por eso, en este capítulo quiero que habelmos de los clichés, de esas frases de cajón que solo neceistan ser resignificadas para que las convirtamos en nuestros mantras, en nuestras afirmaciones del día a día.

Tienes el poder de crear, lo que tú quieras y cómo tú quieras. Eres creativo por naturaleza y viniste a este mundo para reinventarte la realidad y hacerla un mejor lugar para ti. Hablemos de creatividad.

Hablemos de las edades, hablemos de la presión, el peso y la carga que le hemos impuesto a este concepto de crecer y de lo incómdo que puede ser expresarlo.

Estoy convencida de que para amarnos necesitamos amar nuestra relación con nosotros mismos, necesitamos cuidarla y enamorarnos de nuestra compañía. Romanticemos la vida, nuestra vida, más seguido por favor.

¿Y si empezamos a creernos el cuento las veces que sea necesario? Nos invito a dejar a un lado tanto tabú acerca de reconocernos nuestros talentos, nuestras capacidades, nuestros logros. Hablemos del tema, hay mucho de que hablar.

Hablemos de las palabras, hablemos de hablar, de no hablar, de hablar de más. Hablemos, finalmente, porque lo que siento que necestiamos es darle voz a todos estos pensamientos que no se nos salen de la cabeza, así todavía no tengamos muy claro qué es lo que deberíamos hacer.

Si lo pensamos bien todos terminamos siendo un poco incoherentes ¿pero por qué no serlo? Hablemos de evolución, coherencia y de todo un poquito.

Detrás de todos nosotros, de lo que hacemos y logramos hay historias, hay muchas historias que nos han traído hasta aquí. Hoy les cuento un pedacito de la mía, de la historia de Estrellada. Y digo un padacito, porque sé que todavía está empezada y que le falta mucho para llegar a su fin.