
Escrito el 2 de marzo. ¿Por qué es tan importante el amor propio?
Porque querernos es lo único que nos permite hacernos respetar. Si no nos amamos, no demandamos respeto, no ponemos límites, el otro hace con nosotros lo que quiere, nos puede usar, manipular, a su gusto. Sin amor propio estamos a la merced de los demás, y no todos tienen buenas intenciones.
Además sin amor propio no se puede reconocer el amor del otro, es decir, el amor real: el amor respetuoso. Porque para mí el amor y el respeto van de la mano. Quien no te respeta no te ama. Quien traspasa tus límites no te ama. Quien te maltrata no te ama. Y si vos sos una persona que no se respeta es porque carecés de amor propio. Pero eso puede cambiar, empezá a ponerte por delante de todos, que tus deseos y necesidades sean tu prioridad. Olvidate de esa estupidez de “peor solo/a que mal acompañado/a”, no hay mayor soledad que la mala compañía, que el miedo a estar solo/a no sea lo único que te una a una persona.
Las personas que realmente te quieren te hacen sentir bien, o al menos no te hacen sentir mal contigo mismo/a. Su compañía no te da miedo porque confiás en ellas. Si estás en un vínculo con una persona que te genera inseguridad porque nunca sabés cómo va a reaccionar o estas acostumbrado/a a que reaccione mal, estás poniéndote a merced de otro/a. Tu vida no tiene que girar en torno a las reacciones de alguien porque “lo amás/te ama”. Eso no es amor, eso es co-dependencia.
Conocete a vos mismo/a, mimate, rodeate de gente que te haga sentir bien con lo que sos, que sientas que sos suficiente como pareja, como amigo/a, en tu rol de familiar, en el vínculo que sea. Y si no sos suficiente para el otro, mejor dejar de alimentar ese vínculo. No estás en este mundo para cumplir las expectativas, deseos, necesidades de otro sino las tuyas. ¡Vos podés!