
Quien ha leído a Borges o a García Márquez, sabe lo que siente quedar contagiado de una cadencia en el pensamiento. Con Borges, uno se queda pensando en frases cortas, simples y llenas de eficacia. Con García Márquez, uno se queda pensando como una señora caribeña contando historias. La magistral colección de poemas Insomnio de fogones, de Elkin Sierra Ríos, logra exactamente lo mismo. Te inunda una cadencia de metáforas sólidas e inesperadas.
Reseña disponible aquí