
El concepto de “honrar mi propio proceso” se fundamenta en el reconocimiento y respeto hacia la vida y experiencias vividas.
La ruptura de patrones anquilosados es esencial para abrazar la verdadera felicidad; se trata de un proceso de transformación personal.
Mirar el pasado con gratitud y liviandad ayuda a comprender las experiencias sin carga emocional negativa, reconociendo su valor.
Expandir la capacidad de sentir emociones, tanto alegres como dolorosas, permite un desarrollo emocional más profundo y enriquecedor.
La vida es un constante entrenamiento de crecimiento personal que requiere energía y dedicación continua.