
Dicen que lo importante es llegar, pero a veces lo mejor está en el camino. En este nuevo episodio de Hermanos, te contamos lo que pasó el día que Manolo, Pablo y Diego quisieron coronar el Aneto… y se perdieron en pleno invierno. Mientras tanto, Guillermo y los padres, desde una cima enfrente, creían verlos avanzar. Pero no. Eran tres piedras.
Una historia real —y algo absurda— que se convierte en una reflexión sobre el error, el humor y los aprendizajes que deja la montaña. Hablamos del valor del esfuerzo compartido, de cómo enfrentarse al fracaso sin dramatismos y de lo mucho que se puede aprender, juntos, cuando las cosas no salen como esperábamos.
Porque subir cimas está bien. Pero hacerlo en familia, aunque no llegues, es aún mejor.