
¿Cuál es el precio de nuestra salvación?
No fueron riquezas, ni tesoros, ni esfuerzos humanos. El precio fue la sangre preciosa de Jesucristo derramada en la cruz.Él pagó lo que nosotros jamás podríamos pagar, entregando su vida por amor.Hoy podemos vivir en libertad porque Jesús decidió tomar nuestro lugar.