Es para frotarse los ojos. Si alguien lo propusiera como argumento de novela, nadie lo publicaría por inverosímil. Desde el sábado ya tenemos un poder moderador que no es el de la Corona sino el de un
diplomático salvadoreño especializado en poner de acuerdo a guerrilleros y terroristas con democracias tambaleantes y regímenes corruptos.Tras los
indultos a cambio de votos, vinieron el blanqueo de la sedición a cambio de votos y la
reforma de la malversación a cambio de votos. Pero a la vez se nos dijo que había líneas rojas que nunca se traspasarían. Ya se ha traspasado la de la amnistía a cambio de votos y la del verificador internacional a cambio de votos.
Y ya se admite que se negocian las nuevas fronteras que se nos acaba de decir que esas no, esas no se traspasarán nunca. Se negocia, pues, el referéndum de autodeterminación a cambio de votos. Y se negocia un insolidario régimen fiscal propio para Cataluña a cambio de votos.Además, se negocia en Suiza, el país neutral por antonomasia, anfitrión de tantas conferencias internacionales de paz. Se negocia en Suiza con Junts y se negocia en Suiza con Esquerra.