
Este texto es parte del Cántico de Moisés, una declaración poética y profética entregada poco antes de su muerte. En él, Moisés llama al pueblo a escuchar y recordar la fidelidad de Dios frente a la infidelidad humana. En medio de la futura apostasía que Moisés anticipa, él comienza exaltando el carácter inmutable de Dios: la Roca.