
Después de la impresionante victoria en Jericó, Israel enfrenta una derrota humillante en Hai. Josué cae de rodillas, confundido y angustiado. Esta es una de las oraciones más humanas de la Escritura: una mezcla de dolor, desconcierto y reproche. Josué no entiende cómo Dios pudo permitir tal derrota después de tantas promesas.