
En el desierto, lejos de la multitud y del ruido, Jesús nos muestra una verdad poderosa: la identidad que Dios te dio es más fuerte que cualquier ataque del enemigo.
Después de ayunar cuarenta días, cuando estaba físicamente débil, Satanás vino a tentar… pero Jesús respondió con la Palabra. No con emociones, no con miedo, con la Palabra viva de YHWH.
Este episodio nos enseña que la tentación siempre busca tres cosas:
1️⃣ Hacerte dudar de quién eres.
2️⃣ Hacerte tomar atajos fuera de la voluntad de Dios.
3️⃣ Alejarte del propósito que el Padre habló sobre tu vida.
Y Jesús nos muestra el camino: resiste con Escritura, afirma tu identidad y mantente firme en tu propósito.
Si Jesús venció en el desierto, tú también puedes vencer en el tuyo.