
Hay días en los que simplemente no puedo con todo… y ¿sabes qué? está bien.
Por mucho tiempo creí que debía ser “suficiente” para todos: para mis hijos, para mi casa, para los planes, para todo. Pero últimamente he descubierto que no se trata de tenerlo todo resuelto, sino de caminar con Aquel que sí lo tiene.
En este episodio te cuento cómo seguir a Jesús me ha ayudado a descansar, a soltar el peso de la perfección y a reconocer que no tengo que ser suficiente de todo en todo.
Porque hay esperanza para las mamás que caminamos con Él —aun en el cansancio, las emociones desbordadas o las heridas que seguimos sanando. 💫
🎧 Dale play y acompáñame en esta conversación honesta sobre fe, maternidad y descanso en Dios.