
El problema con esta pregunta (y con "¿este alimento engorda?") es que nos atrapan en una mentalidad de sacrificio y restricción. Nos hacen creer que hay una fórmula mágica para perder peso, cuando en realidad lo que importa es construir una relación saludable con la comida y el ejercicio.Si eliges un ejercicio solo porque quema más calorías, lo verás como un castigo y lo abandonarás. Y si crees que el peso define qué ejercicio puedes hacer, estás ignorando lo realmente importante: tu condición física y tu proceso de adaptación.No se trata de encontrar "el mejor ejercicio", sino de empezar a moverte de una manera que disfrutes y puedas sostener. Porque al final, más que la rutina perfecta, lo que realmente transforma tu vida es la identidad que construyes con cada acción.