
La guerra total ha estallado. La Desolación no solo ha regresado, sino que se ha afianzado con la conquista del Alto Reino de Alezkar, y el corazón de la coalición humana se ha replegado al único bastión que les queda: la mítica torre de Urithiru. Tras las dolorosas pérdidas y el dramático pacto forjado con Odium por Dalinar, la humanidad y los Radiantes se encuentran en una posición defensiva desesperada. Los Portadores del Vacío, bajo el mando de los Nueve Sombras y su nueva tecnología de anti-Luz Tormentosa, no solo igualan el poder de los Radiantes, sino que amenazan con anularlo. La guerra ha dejado de ser una lucha de espadas y magia para convertirse en una carrera armamentística científica, donde el verdadero frente se ha trasladado al frío y peligroso territorio de las montañas.
En el fragor de esta nueva guerra industrial, dos tramas se separan y se tensan. En Urithiru, la Reina Navani Kholin asume el manto de Escriba de Guerra y se obsesiona con comprender los principios de la fabrialogía y la Luz de los Portadores del Vacío, forjando a fuego lento una nueva forma de guerra. Su desesperada investigación la enfrenta a un enemigo insidioso y a la agonía de la traición, mientras intenta descubrir el secreto de la anti-Luz que amenaza a su gente. Lejos de la torre, en la tierra ocupada de Alezkar, el Corredor del Viento Kaladin ha renunciado a su rol de guerrero para buscar un nuevo propósito como sanador. Atormentado por un constante y debilitador estrés postraumático, su lucha personal lo lleva a la vanguardia, donde debe confrontar el trauma y el dolor de su pasado para encontrar la verdadera voz del cuarto juramento, mientras su pueblo se somete al yugo opresor de la nueva Forma de Cantor.
El destino de Roshar se juega en un doble filo: la ciencia militar en la torre y la salud mental de sus héroes en la tierra. Las maquinaciones de Odium se vuelven más personales y psicológicas, apuntando a las grietas en el espíritu de los Radiantes. Con la sombra de la traición cerniéndose sobre el más fiel de los líderes, y el regreso de secretos cósmicos que unen a Roshar con otros mundos, Navani debe forjar un arma que pueda cambiar el ritmo de la guerra, mientras Kaladin debe enfrentarse a un dolor que amenaza con consumirlo. El Ritmo de la Guerra no es solo un título; es la promesa de que la batalla final no se librará con lanzas, sino con la fe, el conocimiento y la capacidad de los héroes de Roshar para soportar los ritmos oscuros que emanan de su propio corazón.