Tres siglos después de las leyendas que forjaron imperios, el mundo ha cambiado… pero la niebla sigue siendo testigo. En Scadrial, ahora surcado por trenes, farolas eléctricas y rascacielos de acero, la antigua magia de los metales aún late bajo la piel de la modernidad. Entre los Áridos, donde la ley se impone a tiros, y la resplandeciente ciudad de Elendel, regresa un hombre que creía haber dejado atrás su pasado: Waxillium Ladrian, noble de nacimiento, cazador de criminales por vocación, señor del acero y del peso.
Wax vuelve a la civilización tras una tragedia que le ha arrancado algo más que sangre: le ha robado certezas.Obligado a vestir de nuevo el traje de lord, descubre que bajo los salones elegantes se ocultan amenazas tan letales como las del desierto. Junto a aliados tan impredecibles como brillantes —el astuto Wayne, el genio de los gadgets Ranette, la sagaz Marasi—, se ve arrastrado a una cacería contra unabanda criminal que desafía al orden establecido con armas, conspiraciones y secretos antiguos. La pólvora truena, el acero vuela y las brumas, como siempre, no juzgan.
Aleación de Ley es un western de fantasía, un choque entre el progreso y las cicatrices del pasado, donde cada salto entre azoteas es también un salto moral, y cada disparo resuena conviejas culpas. Entre bailes de la alta sociedad y tiroteos en callejones brumosos, Brandon Sanderson teje una historia de justicia, pérdida y redención incompleta, dejando al oyente al borde del abismo… justo antes de que la niebla vuelva a cerrarse.
Bajo un cielo eternamente cubierto de ceniza y brumas rojas, el mundo de Scadrial se tambalea al borde del colapso. El Lord Legislador ha caído, los imperios se han fracturado y las antiguas certezas se han convertido en polvo. Ahora, el trono lo ocupa Elend Venture, un emperador forjado más por ideales que por la espada, mientras Vin, la nacida de la bruma que mató a un dios, lucha por sostener un mundo que parece desmoronarse por dentro. Pero la victoria tuvo un precio terrible: algo antiguo ha sido liberado, una fuerza que susurra desde las profundidades de la creación y que solo ansía una cosa… la destrucción.
Mientras ejércitos de koloss marchan y las ciudades caen una a una, los viejos aliados se ven empujados hasta el límite de su fe y de su sangre. Sazed, cargado con el peso de mil religiones, busca respuestas entre ruinas sagradas; Marsh, atrapado entre su voluntad y un poder oscuro, camina como un espectro al servicio de la muerte; y los kandra, maestros del secreto y la traición, se convierten en piezas clave de un tablero que ya no comprenden del todo. La alomancia, antaño símbolo de esperanza, se retuerce ahora en un juego de fuerzas titánicas donde cada combate parece acercar al mundo a su final inevitable.
El Héroe de las Eras no es solo una novela sobre batallas, imperios y profecías: es el relato de cómo incluso los mitos pueden quebrarse, de cómo la esperanza persiste cuando todo parece condenado. Entre sacrificios, traiciones y revelaciones que sacuden los cimientos de la realidad, Brandon Sanderson eleva la trilogía Nacidos de la Bruma a su clímax más oscuro y grandioso. El destino del mundo pende de un hilo, y la pregunta ya no es quién vencerá… sino qué quedará en pie cuando todo termine.
El tirano ha caído, el dios ha muerto… y, sin embargo, el mundo no se ha salvado. Tras la caída del Lord Legislador, Luthadel despierta a una libertad frágil y temblorosa, rodeada por ejércitos que ansían reclamar lo que antes pertenecía al Imperio Final. Elend Venture, ahora rey por derecho incierto, intenta gobernar con leyes en un mundo que solo conoce el látigo y la traición. Bajo un cielo que aún llora ceniza, la revolución descubre su verdad más cruel: derrocar a un dios fue fácil; sobrevivir a su vacío es la prueba real.
Mientras las murallas resisten asedios y conspiraciones, Vin se convierte en la sombra que protege al rey, una nacida de la bruma cada vez más temida… y más sola. Sus poderes crecen, pero también sus dudas. Extrañas profecías resurgen entre los terrisanos, los kandra guardan secretos imposibles, y la alomancia comienza a mostrar grietas que nadie comprende del todo. Entre intrigas políticas, traiciones nobles y batallas desesperadas, el destino del mundo parece girar alrededor de una leyenda antigua: la promesa del Pozo de la Ascensión.
Pero no todas las amenazas marchan con estandartes ni golpean con ejércitos. Algunas susurran desde las brumas, invisibles, pacientes, esperando el error perfecto. El Pozo de laAscensión es una historia de poder mal entendido, de fe puesta a prueba y de decisiones que pueden condenar o redimir a toda una era. Porque cuando los dioses ya han muerto, lo verdaderamente aterrador es descubrir qué ocupa su lugar. Y el mundo, una vez más, contiene la respiración.
Durante mil años, la ceniza ha caído del cielo como una condena constante. Bajo un sol rojo y enfermo, el mundo se ha marchitado mientras el Lord Legislador, una deidad tiránica e inmortal, gobierna con puño de acero sobre un imperio de miedo. Los skaa, esclavizados y rotos, sobreviven entre niebla, látigos y resignación. Frente a ellos, una nobleza corrupta domina gracias a un poder casi mítico: la alomancia, una magia nacida de los metales, capaz de convertir a unos pocos elegidos en armas vivientes. En este escenario de ceniza y desesperanza, la rebelión no es una posibilidad… es apenas un rumor.
Ese rumor toma forma en Kelsier, el Superviviente de Hathsin, un hombre marcado por la tragedia y por una sonrisa peligrosa. Él reúne a un grupo de ladrones, conspiradores y soñadores para intentar lo imposible: derrocar al mismísimo dios que gobierna el mundo. A su lado camina Vin, una muchacha skaa desconfiada, frágil en apariencia, pero poseedora de un poder que ni ella misma alcanza a comprender. Entre golpes maestros, traiciones, entrenamientos despiadados y secretos enterrados en la bruma, ambos aprenderán que el mayor acto de rebeldía no siempre es la violencia… sino la esperanza.
Pero bajo cada plan late una amenaza más grande que el fracaso: los Inquisidores de acero, la vigilancia del imperio y una profecía antigua que parece burlarse del destino de los hombres. El Imperio Final es la crónica de una revolución que nace en las sombras, de un mundo donde caer es fácil y levantarse es un acto de fe. Y cuando el metal arde, la bruma se abre… y el futuro del mundo entero empieza a temblar.
El tiempo se ha detenido. La Rueda ha girado hasta su última vuelta, y el Tarmon Gai'don, la Última Batalla contra el Oscuro, ha llegado. Las naciones del mundo están al borde de la aniquilación, y el destino de toda la creación pende del filo de una espada. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, debe ahora reunir a los fragmentados ejércitos de la humanidad y a las divididas Aes Sedai para la confrontación final en los Campos de Merrilor y en el mismísimo Shayol Ghul. La locura ha sido vencida, pero el precio de la profecía está a punto de cobrarse en sangre, sacrificio y el colapso de la realidad.
En este clímax épico, todos los hilos del destino convergen. Egwene al'Vere, la Sede Amyrlin, lucha por la unidad de las Aes Sedai, consciente de que la única esperanza de la Luz radica en la concordia de la Torre. Perrin Aybara debe abrazar finalmente su destino como líder, dominando su naturaleza salvaje para enfrentarse al Señor del Caos y forjar alianzas improbables entre los hombres y los lobos. Matrim Cauthon, el general sin igual, despliega la estrategia final para asegurar que los estandartes de la humanidad ondeen sobre el campo de batalla, sin sospechar el papel crucial que le aguarda más allá de la guerra. Mientras los ejércitos de los Renegados avanzan, el tiempo para la duda ha terminado.
La Luz y la Sombra se encuentran en un enfrentamiento que trasciende el tiempo, el poder y la vida misma. Las campanas de la guerra suenan por última vez, y cada héroe debe hacer un sacrificio personal y definitivo para determinar la nueva Era. El recuerdo de la Luz se forjará en la oscuridad de la batalla, y solo la audacia, el coraje y el último acto del Dragón Renacido decidirán si la humanidad será liberada o si el Oscuro reclamará la Rueda por toda la eternidad.
La gran maquinaria del destino avanza hacia el Tarmon Gai'don, y la esperanza de la humanidad pende de un hilo en la oscuridad. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, se enfrenta a su hora más aciaga: debe confrontar la fría verdad de su propia naturaleza y hallar la redención por los caminos de sangre que ha recorrido. Mientras la sombra del Oscuro se extiende por los reinos, la única certeza para Rand es que debe reunir a las naciones y a las fuerzas del mundo. Pero el camino hacia la unidad está plagado de trampas, y las decisiones del Dragón, atormentado por la locuraque dejó la purificación del Saidin, deben ser ahora perfectas, pues su error costaría la batalla final antes de que esta sea librada.
En el corazón de la confrontación, las Torres de Medianoche se alzan sobre el continente, definiendo los puntos cruciales de la guerra. Perrin Aybara se ve forzado a una odisea de rescate y guerra, abandonando la lealtad a los reinos para adentrarse en un camino personal de rabia contra los Shaido, un camino que lo obliga a abrazar su lado más salvaje. En la Torre Blanca, Egwene al'Vere se enfrenta a un desafío épico de liderazgo, intentando unir a las fragmentadas Aes Sedai y restaurar la verdadera autoridad del asiento de la Amyrlin, mientras la guerra civil se desangra. Entretanto, Matrim Cauthon avanza hacia Cairhien y Andor para cumplir con las últimas profecías, sin saber que está a punto de encontrarse en el epicentro de la estrategia final del Dragón.
La soledad del liderazgo y la urgencia de la profecía se encuentran en estas horas sombrías. Los héroes han sido dispersados, cada uno luchando en su propia torre, pero sus destinos convergen en la certeza de la confrontación final. El tiempo corre inexorablemente hacia la medianoche, y la búsqueda de la redención de Rand y la tenacidad de Egwene y Perrin deben culminar en la unidad antes de que el Señor de la Oscuridad consuma la realidad. La esperanza es frágil, pero la determinación de la Luz resplandece aún, prometiendo una batalla por la que vale la pena luchar.
El tejido de la Rueda cruje y el aire se satura de presagios: el Tarmon Gai'don, la Última Batalla, se cierne sobre la humanidad, y el mundo aún se encuentra irremediablemente dividido. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, se ha alzado como el único líder capaz de enfrentar la noche eterna, pero su victoria es una espada de doble filo. Acorralado entre la necesidad de unir reinos dispares y la urgencia de contener la invasión de los Seanchan, el joven Dragón se endurece, se aísla, transformándose en una figura tan fría y calculadora como el enemigo que jura destruir. Sus propios aliados observan con espanto cómo una sombra crece en el corazón del adalid, temiendo que la demencia profetizada sea, en realidad, un helado desapego que consuma al salvador antes de que la Sombra pueda tocarlo.
Mientras Rand se adentra en el camino de la desesperación y la tiranía para forzar la unidad, la otra gran esperanza de la Luz se enfrenta a su prueba de fuego en el centro mismo del poder. Egwene al'Vere, la joven y astuta Sede Amyrlin de las rebeldes, es capturada por la Torre Blanca oficial, sometida a los caprichos de la tiránica Elaida. Sin embargo, su cautiverio no es una derrota, sino el campo de batalla personal donde la lealtad y el temple de las Aes Sedai serán probados hasta ellímite. Desde el confinamiento, Egwene debe maniobrar contra sus captores y contra la división interna de la Torre, consciente de que solo la unificación de las hermanas puede garantizar que haya una fuerza de Luz lo suficientemente fuerte para respaldar al Dragón en el conflicto final.
El destino del mundo pende de dos crisis: la de un Dragón que debe encontrar la redención antes de consumirse, y la de una Amyrlin que debe vencer la traición desde las propias mazmorras de su orden. Las alianzas se tejen y se rompen, las espadas se afilan y el reloj de la Rueda avanza implacable hacia la medianoche. Esta no es solo una historia de batallas en el exterior, sino una inmersión profunda en la psique de loshéroes, donde la esperanza se enfrenta al abismo. ¿Podrá Rand al'Thor redescubrir su humanidad en el momento de mayor poder, o sucumbirá al frío que ha abrazado? El mundo aguarda, temblando bajo el peso de la inminente Tormenta.
El tejido del tiempo se desgarra, y los hilos del destino penden de un precario equilibrio. El mundo se ha precipitado hacia el Tarmon Gai'don, la Última Batalla, y la esperanza se consume bajo la sombra de la inminente guerra. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, se enfrenta a un dilema imposible: debe detener la invasión de los Seanchan y, al mismo tiempo, preparar a las naciones para la lucha final contra el Oscuro. La lealtad es una divisa escasa, y cada alianza forjada se siente como una trampa, mientras Rand lucha contra el recuerdo de su locura pasada y se esfuerza por endurecer su voluntad para lo que está por venir.
En el corazón de la confrontación, las piezas finales se mueven hacia el tablero. Egwene al'Vere, la joven Amyrlin de la facción rebelde, es la clave para unificar a las Aes Sedai y debe liderar el asedio a la Torre Blanca, un acto que exige el máximo sacrificio y coraje. Perrin Aybara se adentra en su particular guerra, persiguiendo al ejército salvaje de los Shaido para rescatar a su esposa, Faile, un camino que lo obligará a aceptar su verdadera naturaleza. Mientras tanto, Matrim Cauthon se encuentra enredado en los asuntos de Altara y Ebou Dar, forzado por la profecía a tomar el mando de ejércitos y a enfrentarse a un destino que lo saca de la refriega y lo lleva directamente al corazón de la estrategia del Oscuro.
La guerra se libra en dos frentes: el físico, con batallas masivas y el fragor del acero, y el onírico, donde los Renegados tejen su propia realidad para manipular y destruir. Con los cuchillos de los sueños apuntando a los corazones de los héroes, la traición se multiplica y la certidumbre se desvanece. La supervivencia del mundo depende ahora de que Rand y sus amigos logren anticipar los movimientos de un enemigo que conoce el futuro y de que puedan hacer los sacrificios necesarios antes de que el último recuerdo de luz se extinga para siempre.
El mundo se ahoga en las secuelas del caos desatado. Tras la gran purga de la fuente de poder, la tierra respira un aire enrarecido de calma tensa, pero la amenaza del Oscuro y la Última Batalla es más inminente que nunca. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, debe lidiar con la complejidad de gobernar a través de la fuerza y la diplomacia, mientras la paz es una quimera y el tiempo es el enemigo más cruel. Sus acciones han detenido una locura, pero han encendido otra: la de un mundo que no sabe si seguirlo o destruirlo. La encrucijada está marcada por la guerra, la intriga y la certeza de que la Sombra no se quedará inactiva ante su derrota.
La guerra civil de las Aes Sedai se encuentra en un punto muerto, pero las facciones de la Torre Blanca y Salidar siguen luchando por la supremacía. Egwene al'Vere, la joven Amyrlin, consolida su liderazgo, tejiendo una red de alianzas para preparar el asalto final que unificará a las hermanas, mientras que Elayne Trakand lucha en Caemlyn por asegurar su trono y unificar Andor antes de que los enemigos del Dragón la consuman. En el sur, la búsqueda desesperada de Perrin Aybara para rescatar a su esposa, Faile, de las garras de los Shaido, lo lleva por un camino de venganza y alianzas peligrosas, mientras Matrim Cauthon se embarca en un viaje que lo saca de la refriega y lo conduce a un destino inesperado.
La calma antes de la tormenta es, en realidad, el momento de mayor peligro. Con el destino de Faile en la balanza, la unificación de la Luz en el aire y la amenaza latente de los Renegados, cada decisión tomada en este período de pausa define la delgada línea entre el orden y la anarquía total. Los hilos del tejido se tensan al máximo en esta encrucijada crucial, donde los héroes deben enfrentar sus dilemas más íntimos y personales antes de que el crepúsculo final dé paso a la noche eterna.
El invierno se instala con una intensidad antinatural, gélida manifestación del poder desatado del Dragón Renacido, Rand al'Thor. Desde la conquista de Illian, donde se coronó como el rey que estaba destinado a ser, Rand se enfrenta a un mundo cada vez más fracturado y hostil. Su cruzada por unir a las naciones se convierte en una desesperada carrera contra el tiempo: la corrupción del Saidin amenaza su cordura, y la caza implacable de los Renegados se intensifica, llevando al Dragón a tomar la decisión más peligrosa de todas: limpiar la fuente misma del poder, un acto que podría salvar o condenar al universo entero.
Mientras Rand se prepara para la confrontación definitiva, la guerra civil entre las Aes Sedai se libra sin cuartel. Egwene al'Vere, la joven Amyrlin de la facción rebelde, consolida su posición, preparando su asedio final a la Torre Blanca para recuperar el asiento de poder legítimo. En este tenso clima de división, Nynaeve y Elayne continúan su compleja misión en Ebou Dar, descubriendo antiguas reliquias de poder que podrían cambiar el rumbo de la guerra. Por su parte, Perrin Aybara se adentra en el camino de la guerra para rescatar a sumesposa, Faile, de las garras de un enemigo que ha jurado destruir al Dragón.
La unidad es una ilusión, y la traición acecha en cada sombra. Con ejércitos movilizándose, complots desenmascarándose y el destino de Rand al'Thor pendiente de un hilo, el mundo se precipita hacia una crisis que va más allá de cualquier guerra mortal. El tiempo se detiene en el corazón del invierno, y solo un acto de audacia y poder sin precedentes definirá el precio de la profecía y si el Dragón puede, en verdad, sanar un mundo que se desgarra.
El mundo arde en la víspera del Tarmon Gai'don, la Última Batalla. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, intenta desesperadamente forjar la paz y la unidad entre reinos que solo conocen el odio, mientras el espectro de su propia locura se cierne sobre él con la corrupción del Saidin. Tras la sangrienta victoria en Dumai's Wells, la autoridad de Rand es indiscutible, pero su soledad es absoluta. Acosado por las intrigas de los nobles, la guerra civil entre las Aes Sedai y la amenaza constante de los Renegados, Rand sabe que la única manera de sobrevivir a las tormentas que se avecinan es encontrar una antigua alianza capaz de enfrentarse a la Sombra. Su mirada se dirige al mar, a los misteriosos Seanchan, un imperio de guerreros que él mismo conoció como invasores.
En el corazón del continente, las facciones de la Torre Blanca se consumen en una guerra fría, con la joven Egwene al'Vere maniobrando con astucia como la Amyrlin rebelde de Salidar, mientras la verdadera Sede Amyrlin, Elaida, intenta desesperadamente recuperar el control. Lejos de las luchas de poder, Nynaeve y Elayne continúan suincansable búsqueda del Ajah Negro, sin saber que están a punto de tropezar con la peligrosa ambición de una de las figuras más temibles de la antigüedad. En este clima de traición y guerra inminente, Matrim Cauthon y Perrin Aybara se encuentran, cada uno por su lado, enredados en sus propios desafíos. Mat se enfrenta a una maldición que lo convierte en un imán para las dagas y la intriga, mientras Perrin se adentra en un camino más oscuro para proteger a su gente.
El tiempo se agota y los caminos se llenan de dagas. Las decisiones tomadas en Caemlyn, Salidar y las misteriosas costas de Ebou Dar están a punto de culminar en una escalofriante confrontación. El llamado a la guerra es inminente, y la alianza que Rand busca podría ser la salvación del mundo o su más rápida condena. Con el conocimiento de que la traición se esconde a plena vista y la guerra está a un solo paso, la única certeza es que solo aquellos con el coraje de caminar el filo de la navaja sobrevivirán al inminente crepúsculo.
El mundo ha sido irrevocablemente alterado por la sangre derramada en Dumai's Wells. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, emerge de la batalla no solo victorioso, sino como el Señor de dos naciones y la fuerza que ha quebrado la autoridad de la Torre Blanca. La victoria, sin embargo, es frágil. Ahora, con un temible ejército de Aiel a sus espaldas, Rand debe enfrentarse a un dilema imposible: ¿cómo unir un mundo que lo teme y lo odia, mientras la locura del Saidin carcome su mente y los Renegados acechan desde las sombras, buscando explotar su más mínima debilidad? La hora de la diplomacia ha terminado; la hora de la corona y la espada ha llegado.
Mientras el Dragón se consolida en su poder, las intrigas se extienden por el continente. Las Aes Sedai se hallan divididas en dos facciones irreconciliables, cada una convencida de ser la única esperanza de la Luz: la Torre Blanca oficial y las rebeldes de Salidar, lideradas por la recién nombrada Egwene al'Vere. En el corazón de esta contienda, Nynaeve y Elayne se embarcan en una misión desesperada en Ebou Dar, la capital de Altara, buscando un antiguo ter'angreal que podría ser la clave para sanar la fractura del mundo y curar al Dragón. Al mismo tiempo, Matrim Cauthon se encuentra peligrosamente atrapado en la ciudad, tejiendo su propia red de suerte e intrigas, sin saber que está a punto de toparse con uno de los Renegados.
Desde la Ciudadela de Cairhien, donde Rand intenta imponer un orden precario, hasta las costas brumosas de Ebou Dar, la tensión es palpable. El Dragón Renacido debe demostrar que es digno de llevar la corona, enfrentándose a la implacable Sombra y a sus propios demonios internos. Con cada movimiento, se acerca a su destino final, pero el precio de la grandeza podría ser la soledad absoluta. La búsqueda de la paz se libra en batallas personales y masivas, donde un simple error podría entregar el mundo al Señor del Caos que aún no ha sido doblegado.
En el corazón de la Tercera Era, el mundo sucumbe al peso del destino y la sombra. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, ya no es solo el profeta de las leyendas, sino un gobernante de reinos —Cairhien y Tear— que se esfuerza por cumplir las profecías y unir a la humanidad contra el Oscuro. Sin embargo, su mayor enemigo reside en el temido poder que fluye por él: el contaminado Saidin, cuya demencia amenaza con desmantelar su cordura. Acosado por las intrigas de los Renegados y la creciente desconfianza de sus propios aliados, Rand se encuentra en una encrucijada donde la única ruta hacia la salvación pasa por el señorío del caos que él mismo representa.
La fractura en la fuerza más poderosa de la Luz se vuelve irreparable. En la Torre Blanca, la Sede Amyrlin Elaida ejecuta un plan osado, convencida de que su deber es someter al Dragón a su voluntad, desatando la peor de las traiciones. Mientras tanto, la facción rebelde de las Aes Sedai en Salidar se ve forzada a un ascenso inesperado, elevando a la joven Egwene al'Vere al asiento de la Amyrlin, dividiendo fatalmente al Ajah Verde y al poder que juró proteger al mundo. En este vórtice de la intriga, Matrim Cauthon se encuentra atrapado entre ejércitos y cortes reales, y Perrin Aybara comanda a los Aiel y a la gente de Dos Ríos, arrastrados hacia un punto de convergencia por la fidelidad a su amigo.
El precio de desafiar a las Aes Sedai es la captura y el martirio del campeón. La red de la traición se cierra sobre Rand, culminando en un acto de sumisión que amenaza con quebrar el espíritu del Dragón Renacido. Pero el intento de encadenar a la profecía desata un rugido primigenio de fuego y acero: la inmensa Batalla de Dumai's Wells. Miles de guerreros Aiel, Shaido y el ejército de la Luz chocarán en una confrontación épica donde la lección es brutal: nadie puede esclavizar al Dragón. La tierra temblará con la ferocidad de la liberación, y en el fragor de la batalla final, se forjará la verdad del destino de Rand.
En un mundo al borde del abismo, el tañido del acero resuena en el Corazón de la Ciudadela. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, se alza en la inexpugnable fortaleza de Tear, con la legendaria espada Callandor en mano, habiendo forzado el cumplimiento de unaNantigua profecía. Su victoria desata un torrente de acontecimientos: los Aiel, el Pueblo del Dragón, han cruzado el desierto para seguirlo, y las lealtades de las naciones se rompen bajo el peso de su poder. Pero con la prisión del Oscuro cada vez más fracturada, la gloria del Dragón solo enciende más la furia de sus enemigos más temibles: los Renegados, que ahora ven en él tanto una amenaza como la llave para sus propias ambiciones.
Mientras Rand lucha por consolidar su control sobre Tear y el creciente ejército Aiel, su destino lo llama al desierto mítico de Rhuidean, el lugar de las profecías de su pueblo. En su ausencia, la intriga y la traición se apoderan de la Torre Blanca. Las Aes Sedai se enfrentan a una guerra civil interna, con las leales de la Amyrlin huyendo de la cacería de un Ajah Negro expuesto, pero no derrotado. Lejos de la Torre y de Tear, los amigos de Rand, Mat y Perrin, se ven forzados a seguir sus propios y peligrosos caminos, mientras las tramas de los Renegados se extienden como una plaga, tocando a los príncipes y a las fuerzas que una vez lucharon por el bien.
Con el mundo en llamas y el cielo presagiando la tormenta final, la búsqueda desesperada de Egwene, Nynaeve y Elayne por desenmascarar a las traidoras las lleva a un enfrentamiento mortal en Tanchico, donde se oculta un arma capaz de controlar al propio Dragón. Las decisiones de Rand en Rhuidean y las acciones de sus amigos determinarán si su ascenso sella el destino del mundo hacia la Luz o si su reinado naciente se convierte en el triunfo definitivo de la Sombra. La Rueda del Tiempo ha girado violentamente, y el precio de la profecía está a punto de ser cobrado.
En el clímax de la Tercera Era, el mundo de La Rueda del Tiempo tiembla ante la inminente llegada del Tarmon Gai'don, la Última Batalla contra la Sombra. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, finalmente ha cumplido una de las más oscuras profecías: ha tomado la fortaleza de Tear y empuñado la legendaria espada de cristal, Callandor, probando su identidad ante el mundo. Pero esta victoria no trae paz, sino una escalada de caos. El sello en la prisión del Oscuro se debilita, los Renegados —los trece más poderosos sirvientes del Mal— caminan libres por la tierra, y el propio Rand se encuentra en el centro de un conflicto cósmico, forzado a bailar al borde de la locura mientras lucha por controlar un poder destinado a destruirlo.
Las antiguas profecías se cumplen de forma inesperada: los feroces Aiel, el Pueblo del Dragón, han abandonado su desierto para seguir a su líder. Mientras Rand intenta asimilar el peso de su nuevo poder y gobernar Tear, la intriga se cierne sobre él. En la Torre Blanca, la Amyrlin y las Aes Sedai luchan contra una traición interna, sospechando que el temido Ajah Negro ha infiltrado sus filas. Lejos de allí, Egwene, Nynaeve y Elayne se embarcan en una peligrosa misión para cazar a las Aes Sedai traidoras. Al mismo tiempo, sus amigos Perrin y Mat se ven arrastrados a sus propios destinos, perseguidos por la Sombra y envueltos en tramas que desafían la razón y la lógica.
La guerra civil, la traición y las fuerzas ancestrales convergen en una épica confrontación donde las líneas entre la luz y la oscuridad se difuminan. Con los Renegados —incluido el astuto Sammael y la temible Lanfear— tejiendo redes de engaño para atrapar al Dragón, y el destino de todos dependiendo de un muchacho que apenas confía en su propia cordura, cada paso es una apuesta desesperada. El mundo se está desmembrando, y solo el control de Callandor y el coraje de unos pocos elegidos podrán determinar si el amanecer trae consigo la salvación o el triunfo definitivo de la Sombra.
En un mundo tejido por los hilos ineluctables de la Rueda del Tiempo, la sombra se extiende una vez más, y el ciclo de la Tercera Era anuncia el regreso del temido y anhelado adalid. Rand al'Thor, el muchacho de Dos Ríos, se sabe ahora el Dragón Renacido, el profético libertador destinado a salvar al mundo, aunque a un precio terrible: la locura y la muerte de sus seres queridos. Abatido por un destino que no eligió, y con el poder del Poder Único fluyendo incontrolable en su interior, el joven huye de la certidumbre de un enfrentamiento final contra el Oscuro. Su camino es solitario y desesperado, un intento fútil de evadir la grandeza impuesta que, no obstante, lo arrastra inexorablemente hacia la confrontación que definirá el futuro de la humanidad.
Mientras Rand se interna en la oscuridad de su sino, otras piezas del destino se mueven por el tablero continental. Perrin Aybara, su amigo y antiguo aprendiz de herrero, cabalga en su búsqueda, acosado por extraños sueños y visiones, temiendo perder su propia humanidad y sin saber hasta qué punto su destino está ligado al del Dragón. Le acompañan la Aes Sedai Moraine Sedai, su Guardián Lan, y el fiel Ogier Loial en una odisea a través de tierras desgarradas por la guerra civil y la ambición, como Tarabon y Arad Doman. Entretanto, en el corazón político y místico de la civilización, Egwene, Elayne y Nynaeve se aproximan a Tar Valon, la sede del poder de las Aes Sedai, llevando consigo la grave noticia de la traición y la existencia real del temible Ajah Negro.
En el centro de esta vorágine de intrigas y profecías, la antigua fortaleza de Tear, con su inexpugnable Ciudadela, se convierte en el epicentro de la próxima gran prueba. Con las naciones enredadas en el juego de los príncipes, y los leales a la Luz enfrentados a las maquinaciones de la Sombra y los temibles Renegados, la tensión se eleva a cotas insoportables.
Las fuerzas del mal se agitan y extienden sus garras sobre el mundo, mientras las profecías anuncian la inminencia de la Última Batalla, en la que se decidirá el destino de la humanidad. Rand al'Thor, el joven destinado a luchar como el Dragón Renacido, se encuentra en el centro de esta vorágine. El punto de inflexión llega con el robo del Cuerno de Valere a manos de Padan Fain, un siniestro seguidor del Señor de la Oscuridad, cuyo poder es decisivo para inclinar la supremacía del combate.
Rand y sus amigos deben partir inmediatamente en persecución del Cuerno, acompañados por un pelotón de soldados de Shienar. Su viaje es largo y azaroso, y los llevará hasta los confines del continente en un intento por recuperar el objeto, cuya llamada convoca a los héroes de todas las eras. En esta travesía, Rand se enfrenta a inquietantes revelaciones sobre su origen y su verdadera identidad, mientras es forzado por la vorágine de los acontecimientos a ocupar un lugar fundamental en el desenlace de la historia del mundo.
El Cuerno de Valere es la clave para la victoria, pero su persecución es solo una parte de la amenaza que se cierne. Los héroes de Dos Ríos se ven obligados a despertar y a aceptar sus destinos en esta lucha épica contra el avance de las Tinieblas. Acompañadnos a desvelar cómo se desenvuelve este peligroso viaje, en la que Rand se verá obligado a decidir si acepta o no el destino que el tiempo ha hilado para él.
En la tranquila y aislada región de Dos Ríos, donde el mundo parece olvidar las leyendas y los días de héroes, la vida es una plácida melodía de cosechas y costumbres. Allí vive Rand al'Thor, un joven granjero cuya única preocupación es la inminente fiesta de Bel Tine. Sin embargo, en el día prometido en las leyendas, el terror rompe el velo de la paz: una emboscada de los viles Trollocs, criaturas medio bestias al servicio de las fuerzas oscuras. Este asalto, brutal e inexplicable, marca a Rand, a su inquebrantable amigo Perrin Aybara y al bromista Matrim Cauthon, como el objetivo de una cacería que no conoce fronteras.
Ante la amenaza, aparece una figura envuelta en misterio: Moiraine Damodred, una poderosa Aes Sedai de la legendaria Torre Blanca, acompañada de su recio Guardián. Moiraine afirma que los muchachos deben huir de inmediato, pues la persecución de la Sombra los seguirá hasta consumir la aldea entera. Forzados a abandonar todo lo que conocen, los jóvenes parten en la noche con la urgencia de quien huye de un destino ya escrito. Rand, en la prisa, recibe una valiosa espada de su padre, junto a palabras febriles que siembran la primera duda en su mente: la posibilidad de que no sea su verdadero hijo, un secreto que lo condena o lo eleva a un poder insospechado.
La travesía que comienza es la primera etapa de una ambiciosa saga que se extiende por el Gran Entramado de las Eras. Perseguidos por los temibles Myrddraal, espectros sin ojos, y por la certeza de que el Señor Oscuro ha vuelto a poner su atención en el mundo, Rand y sus compañeros son ahora peones en un juego cósmico que definirá el futuro de la luz y la oscuridad. El mundo gira y gira, y el ciclo de la lucha entre el bien y el mal se repite una vez más. Acompañadnos a desvelar la primera vuelta de La Rueda del Tiempo.
Bajo el cielo encapotado de las Tierras Fronterizas, donde la sombra de La Llaga acecha, comienza este relato que es preludio y profecía. La joven Aes Sedai, Moraine Damodred, se encuentra en la ciudad de Canluum, buscando ayuda para demostrar una profecía sobre el modo de vencer a la Sombra. Su camino la lleva a conocer a Al'Lan Mandragoran, el rey exiliado de Malkier y la mejor espada de su generación, quien acude a la ciudad ante rumores sobre los Engendros de la Sombra. El eco de la profecía anuncia que el Dragón ha renacido en las faldas del temible Monte del Dragón.
Con la muerte de la Amyrlin y el ascenso de un nuevo poder en la Torre, Moraine y su inquebrantable amiga Siuan Sanche descubren que una facción secreta de Aes Sedai está matando a las hermanas que conocían la verdad. Esta amenaza desata la desesperada búsqueda de Moraine. Ella se alía con Lan, un guerrero cuya habilidad y fatalidad lo han mantenido vivo cerca de La Llaga, para proteger al bebé predicho de la traición y el asesinato. La misión de Moraine es encontrar al niño antes de que el mal lo haga.
La búsqueda del Dragón Renacido llevará a Moraine hasta el límite de su temple, obligándola a aliarse con el hombre que huye de su propio trono y cuya vida pende del destino de ella. Los cielos se oscurecen sobre el continente, y la única certeza es que la Rueda del Tiempo ha comenzado a girar sin piedad, marcando la era de la Última Batalla. Acompañadnos a descubrir los orígenes de este épico viaje y cómo se teje el destino del mundo.
La guerra total ha estallado. La Desolación no solo ha regresado, sino que se ha afianzado con la conquista del Alto Reino de Alezkar, y el corazón de la coalición humana se ha replegado al único bastión que les queda: la mítica torre de Urithiru. Tras las dolorosas pérdidas y el dramático pacto forjado con Odium por Dalinar, la humanidad y los Radiantes se encuentran en una posición defensiva desesperada. Los Portadores del Vacío, bajo el mando de los Nueve Sombras y su nueva tecnología de anti-Luz Tormentosa, no solo igualan el poder de los Radiantes, sino que amenazan con anularlo. La guerra ha dejado de ser una lucha de espadas y magia para convertirse en una carrera armamentística científica, donde el verdadero frente se ha trasladado al frío y peligroso territorio de las montañas.
En el fragor de esta nueva guerra industrial, dos tramas se separan y se tensan. En Urithiru, la Reina Navani Kholin asume el manto de Escriba de Guerra y se obsesiona con comprender los principios de la fabrialogía y la Luz de los Portadores del Vacío, forjando a fuego lento una nueva forma de guerra. Su desesperada investigación la enfrenta a un enemigo insidioso y a la agonía de la traición, mientras intenta descubrir el secreto de la anti-Luz que amenaza a su gente. Lejos de la torre, en la tierra ocupada de Alezkar, el Corredor del Viento Kaladin ha renunciado a su rol de guerrero para buscar un nuevo propósito como sanador. Atormentado por un constante y debilitador estrés postraumático, su lucha personal lo lleva a la vanguardia, donde debe confrontar el trauma y el dolor de su pasado para encontrar la verdadera voz del cuarto juramento, mientras su pueblo se somete al yugo opresor de la nueva Forma de Cantor.
El destino de Roshar se juega en un doble filo: la ciencia militar en la torre y la salud mental de sus héroes en la tierra. Las maquinaciones de Odium se vuelven más personales y psicológicas, apuntando a las grietas en el espíritu de los Radiantes. Con la sombra de la traición cerniéndose sobre el más fiel de los líderes, y el regreso de secretos cósmicos que unen a Roshar con otros mundos, Navani debe forjar un arma que pueda cambiar el ritmo de la guerra, mientras Kaladin debe enfrentarse a un dolor que amenaza con consumirlo. El Ritmo de la Guerra no es solo un título; es la promesa de que la batalla final no se librará con lanzas, sino con la fe, el conocimiento y la capacidad de los héroes de Roshar para soportar los ritmos oscuros que emanan de su propio corazón.