
El mundo se ahoga en las secuelas del caos desatado. Tras la gran purga de la fuente de poder, la tierra respira un aire enrarecido de calma tensa, pero la amenaza del Oscuro y la Última Batalla es más inminente que nunca. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, debe lidiar con la complejidad de gobernar a través de la fuerza y la diplomacia, mientras la paz es una quimera y el tiempo es el enemigo más cruel. Sus acciones han detenido una locura, pero han encendido otra: la de un mundo que no sabe si seguirlo o destruirlo. La encrucijada está marcada por la guerra, la intriga y la certeza de que la Sombra no se quedará inactiva ante su derrota.
La guerra civil de las Aes Sedai se encuentra en un punto muerto, pero las facciones de la Torre Blanca y Salidar siguen luchando por la supremacía. Egwene al'Vere, la joven Amyrlin, consolida su liderazgo, tejiendo una red de alianzas para preparar el asalto final que unificará a las hermanas, mientras que Elayne Trakand lucha en Caemlyn por asegurar su trono y unificar Andor antes de que los enemigos del Dragón la consuman. En el sur, la búsqueda desesperada de Perrin Aybara para rescatar a su esposa, Faile, de las garras de los Shaido, lo lleva por un camino de venganza y alianzas peligrosas, mientras Matrim Cauthon se embarca en un viaje que lo saca de la refriega y lo conduce a un destino inesperado.
La calma antes de la tormenta es, en realidad, el momento de mayor peligro. Con el destino de Faile en la balanza, la unificación de la Luz en el aire y la amenaza latente de los Renegados, cada decisión tomada en este período de pausa define la delgada línea entre el orden y la anarquía total. Los hilos del tejido se tensan al máximo en esta encrucijada crucial, donde los héroes deben enfrentar sus dilemas más íntimos y personales antes de que el crepúsculo final dé paso a la noche eterna.