
En el corazón de la Tercera Era, el mundo sucumbe al peso del destino y la sombra. Rand al'Thor, el Dragón Renacido, ya no es solo el profeta de las leyendas, sino un gobernante de reinos —Cairhien y Tear— que se esfuerza por cumplir las profecías y unir a la humanidad contra el Oscuro. Sin embargo, su mayor enemigo reside en el temido poder que fluye por él: el contaminado Saidin, cuya demencia amenaza con desmantelar su cordura. Acosado por las intrigas de los Renegados y la creciente desconfianza de sus propios aliados, Rand se encuentra en una encrucijada donde la única ruta hacia la salvación pasa por el señorío del caos que él mismo representa.
La fractura en la fuerza más poderosa de la Luz se vuelve irreparable. En la Torre Blanca, la Sede Amyrlin Elaida ejecuta un plan osado, convencida de que su deber es someter al Dragón a su voluntad, desatando la peor de las traiciones. Mientras tanto, la facción rebelde de las Aes Sedai en Salidar se ve forzada a un ascenso inesperado, elevando a la joven Egwene al'Vere al asiento de la Amyrlin, dividiendo fatalmente al Ajah Verde y al poder que juró proteger al mundo. En este vórtice de la intriga, Matrim Cauthon se encuentra atrapado entre ejércitos y cortes reales, y Perrin Aybara comanda a los Aiel y a la gente de Dos Ríos, arrastrados hacia un punto de convergencia por la fidelidad a su amigo.
El precio de desafiar a las Aes Sedai es la captura y el martirio del campeón. La red de la traición se cierra sobre Rand, culminando en un acto de sumisión que amenaza con quebrar el espíritu del Dragón Renacido. Pero el intento de encadenar a la profecía desata un rugido primigenio de fuego y acero: la inmensa Batalla de Dumai's Wells. Miles de guerreros Aiel, Shaido y el ejército de la Luz chocarán en una confrontación épica donde la lección es brutal: nadie puede esclavizar al Dragón. La tierra temblará con la ferocidad de la liberación, y en el fragor de la batalla final, se forjará la verdad del destino de Rand.