
No soy perfecta, ni lo quiero ser.**
No necesitamos ser perfectos; tenemos que aceptarnos con nuestras virtudes y defectos. Esto nos hace humanos. Es fundamental hacer cosas que nos brinden seguridad en nosotros mismos. Debemos tener proyectos, ilusiones y no temer al fracaso.
El verdadero fracaso es no intentarlo. Llena tu vida de ilusiones y desafía el miedo al rechazo. El poder que las personas tienen sobre mí es solo el poder que yo les otorgo.
Atrévete a opinar de manera respetuosa. Cambia la pregunta clave que te haces sobre lo que estás haciendo. Tienes que sentirte orgullosa de tu actitud. La persona más importante en mi vida soy yo. No le des más importancia a lo que los demás piensan de ti.