
- ¿Qué “mina” me ha confiado el Señor (dones, tiempo, palabras, relaciones) y cómo la estoy haciendo fructificar?
- ¿En qué aspectos el miedo me paraliza y me impide arriesgar por el Evangelio?
- ¿Qué paso concreto puedo dar hoy para invertir mi fe en servicio, misericordia y testimonio?
- ¿Soy fiel en lo pequeño de cada día: oración, trabajo bien hecho, atención al hermano?