C. S. Lewis afirmó: “Dios no nos ama porque seamos amables; nos hace amables porque nos ama”. Así es, la mirada del Señor Jesús no condena, restaura. Sin embargo, muchos viven atados a la culpa porque aún se miran con los ojos del pasado. Por tanto, permite que Su gracia redefina tu identidad.
De modo que, al verte al espejo, recuerdes que no eres lo que hiciste, sino lo que Cristo hizo por ti. Además, aprende a mirar a los demás con esos mismos ojos: ojos que restauran, no que rechazan. De modo que, cada encuentro se convierte en oportunidad de mostrar redención en acción. Finalmente, quien ha sido perdonado mucho, ama mucho.
La Biblia dice en Lucas 7:47: “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama”. (RV1960).
All content for Un Minuto Con Dios is the property of Dr. Rolando D. Aguirre and is served directly from their servers
with no modification, redirects, or rehosting. The podcast is not affiliated with or endorsed by Podjoint in any way.
C. S. Lewis afirmó: “Dios no nos ama porque seamos amables; nos hace amables porque nos ama”. Así es, la mirada del Señor Jesús no condena, restaura. Sin embargo, muchos viven atados a la culpa porque aún se miran con los ojos del pasado. Por tanto, permite que Su gracia redefina tu identidad.
De modo que, al verte al espejo, recuerdes que no eres lo que hiciste, sino lo que Cristo hizo por ti. Además, aprende a mirar a los demás con esos mismos ojos: ojos que restauran, no que rechazan. De modo que, cada encuentro se convierte en oportunidad de mostrar redención en acción. Finalmente, quien ha sido perdonado mucho, ama mucho.
La Biblia dice en Lucas 7:47: “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama”. (RV1960).
Hay días que comienzan torcidos: olvidas algo importante, respondes con dureza o te gana la prisa. Sin embargo, no te condenes ni te resignes. Así pues, reinicia. Haz una pausa de dos minutos, nombra lo ocurrido sin justificarte y entrégalo al Señor en oración. Luego respira, rehace tu plan con tres prioridades realistas y escribe una breve declaración de dependencia. Además, recuerda que el evangelio no niega el tropiezo; lo convierte en altar para empezar de nuevo.
Si lastimaste a alguien, repara con humildad. Si fallaste en tu disciplina, retoma hoy sin castigos interminables. Del mismo modo, ten presente que las misericordias de Dios no se agotan al mediodía; están disponibles a cualquier hora para quien se vuelve a Él. Para cerrar el día, realiza un examen sencillo: agradece, confiesa, pide dirección y traza un paso para mañana. Por ejemplo, apaga antes el teléfono, deja tu Biblia abierta y programa un recordatorio de oración. La constancia en pequeños reinicios sostiene grandes obediencias. Vive el presente con esperanza concreta porque el Señor que te salvó sostiene tu jornada con la misma gracia. La Biblia dice en Lamentaciones 3:22 y 23: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. (RV1960).
Un Minuto Con Dios
C. S. Lewis afirmó: “Dios no nos ama porque seamos amables; nos hace amables porque nos ama”. Así es, la mirada del Señor Jesús no condena, restaura. Sin embargo, muchos viven atados a la culpa porque aún se miran con los ojos del pasado. Por tanto, permite que Su gracia redefina tu identidad.
De modo que, al verte al espejo, recuerdes que no eres lo que hiciste, sino lo que Cristo hizo por ti. Además, aprende a mirar a los demás con esos mismos ojos: ojos que restauran, no que rechazan. De modo que, cada encuentro se convierte en oportunidad de mostrar redención en acción. Finalmente, quien ha sido perdonado mucho, ama mucho.
La Biblia dice en Lucas 7:47: “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama”. (RV1960).