A veces hay problemas que nos traen de cabeza. No les ves la solución.
Incluso nos hace plantearnos todo el proyecto.
Y otras veces mostrar ese problema, eso sí, con un toque de ingenio, puede hacer que te cambie la suerte.
¿Quieres ver cómo?
Hoy te cuento la historia de ingenioso y desesperado apicultor que supo aprovechar un obstáculo en su camino para promocionar su miel y multiplicar sus ventas.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo.
Copywriting puede parecer una palabra muy técnica. A mí me gusta llamarlo mejor escritura persuasiva.
Escritura porque es escrita y persuasiva porque persuade. De cajón.
En este capítulo voy a hablar solo en la segunda parte, la persuasión.
O lo que viene a ser lo mismo: convencer a alguien mediante razones, emociones o argumentos para que piense, sienta o actúe de una determinada manera.
Y es aplicable en una conversación. Porque… ¿te gustaría ganar más discusiones?
Sí, a mí también. Si hasta funciona también con niños, ahora lo verás.
Hoy te cuento cómo convencí a mi hijo de que se apuntara a atletismo por salud y cómo está de feliz desde que va.
Mira a ver si te inspira para conseguir aquello que tu quieras.
Hay quien todavía no se cree que el texto de una página de ventas o email apenas influye en la venta de un producto.
Que son las fotos, el diseño, el precio, su calidad…
De verdad, eso es secundario.
La clave está en que tu producto resuelva el problema REAL de los clientes.
Pero ojo porque el problema que tienen no siempre es el que dicen tener.
Y ahí viene lo difícil, en identificarlo para poder atacarlo con las palabras.
Hoy te cuento la historia de unos ascensores lentos y cómo supieron entender el verdadero problema de los usuarios.
Y la solución que encontraron fue brillantemente simple. O simplemente brillante.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo con lo tuyo.
Yo sé y espero que tú también, que hay veces que cuando quieres algo pedirlo es la manera menos eficaz de conseguirlo.
Ojo, a veces.
En las ventas suele ser así. Tú quieres que el otro compre pero pedírselo no servirá de nada.
Pero si sabes hacer la pregunta adecuada.
Mostrarle lo que quiere ver.
Enfocarlo de una determinada manera.
Hoy te cuento la historia de un ciudadano de a pie frente a un presidente de gobierno. La historia de como este ciudadano obtuvo lo que quiso gracias a lanzar la pregunta (o la idea) adecuada.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo con tus clientes.
Si te ha tocado alguna vez vender “a puerta fría” sabrás lo frustrante que es.
Eso es porque no solemos llevar muy bien eso de que nos digan que no. Además de porque la mayoría no sabe como hacerlo.
Hay estrategias para mejorar esa conversión y solo es necesario que apliques la empatía y algún que otro método de persuasión.
Hoy te cuento la historia de una enfermera que no sabía convencer a nadie. Y cómo yo la ayudaría por una buena causa.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
Ojo, viene con contenido extra.
Contar una historia con palabras para vender más está genial. Pero si puedes contarla en la vida real siempre será mejor.
Te estoy hablando de los eventos.
Un evento bien montado, en el que mostrar tu producto en acción, sus orígenes, sus entrañas… eso es inigualable.
Te explico un ejemplo.
Hoy te cuento la historia de cómo unas vacas y una estación se han convertido en toda una herramienta de promoción y de hacer dinero.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo.
Me encantan las marcas que usan el humor en su discurso.
Si es que va con ellas, claro.
Y si no usan el humor al menos que tengan algo… algo memorable. Lo que sea.
Pero no te creas que eso son moderneces, que lleva existiendo desde siempre…
Hoy te cuento la historia de Enrique Jardiel Poncela, un escritor del siglo pasado con un humor y una personalidad peculiar. Concretamente, en uno de sus libros explicó una acción de marketing revolucionaria para la época (una en la que el concepto del marketing ni se conocía).
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
Es tan difícil transmitirle al cliente lo que tu producto le hará sentir antes de que lo haya comprado.
Si lo consigues la venta está hecha.
Pero eso no lo enseñan en ninguna escuela ni en ningún máster.
Hoy te cuento la historia de un anuncio que lo consiguió, sin lugar a dudas. De lo simple que es, es brillante. No deja indiferente a nadie.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo.
Hoy no te cuento ninguna historia, hoy te hablo de una fuente de historias. Y es que hay un lugar donde recibir todas las semanas un ejemplo práctico de cómo aplicar una historia para vender más de lo tuyo.
A veces será para un diseñador, un psicólogo, un granjero o un veterinario.
También puede que la historia le ayude a que se apunte a su newsletter, pida una cita o directamente compre.
O que la historia sea aplicable a su web, a su historia de marca o a un email.
Ejemplos variopintos que bien podrían ser reales. Libres de derechos, úsalos, adáptalos o haz con ellos lo que quieras.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
Solo tienes que entrar aquí para apuntarte y no perderte ninguna de estas historias:
https://www.soysandraypunto.com
Contar chistes es todo un arte. Imitar voces, hacer pausas, el efecto sorpresa...
Al igual que en mis historias persuasivas tengo en cuenta los ritmos, las palabras elegidas, qué contar antes, que no contar...
Todo es importante para alcanzar el objetivo. Ya sea la risa o lo que necesite hacer sentir al lector para que compre: miedo, felicidad, etc.
Hoy te cuento un chiste y te lo analizo para que veas qué tener en cuenta para conseguir la ansiada carcajada... o compra.
Mira a ver si te inspira para aprender tú también.
Yo soy (¡era!) de las que contaba los chistes fatal. Hasta que me di cuenta que solo eran historias con un objetivo: hacer reír.
Como el storytelling, vaya. Que no busca la risa, sino la felicidad, el miedo o lo que sea que necesite sentir el lector para comprar.
Hoy te cuento por qué se parecen tanto y como aprender a contarlos te ayudará a vender más de lo tuyo.
Mira a ver si te inspira y te motiva lo suficiente para dominar este arte de contar historias.
¿Cuántas veces no has confirmado el apuntarte a una newsletter?
¿O has hecho la declaración de la renta la última semana?
O lo que sea que hayas dejado para el último momento.
Porque sí, si no hay último momento parece que nos falte una buena razón para hacer algo. Así de vagos somos, que le vamos a hacer.
Lo escaso crea necesidad. Lo corto deja con ganas de más. Y una fecha límite para conseguir tu producto hace que lo compren.
No es manipulación, eres tú ayudando a que no se pierdan algo que les interesa. Solo eso.
Hoy te cuento la historia de una cascada de fuego efímera y cómo ha conseguido convertirse en una atracción turística de las más deseadas. Seguro que a ti también te gustaría verla.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo.
¿Y tú qué haces?
Esa pregunta tan simple y a la vez tan complicada. De contestar bien, me refiero.
Porque ese “qué” debe de ser respondido con un porqué. Con una historia. Con una emoción.
Es decir, no contestar con lo que haces sino con lo que haces sentir
Hoy te cuento cómo el proyecto Ayúdame3D ha usado su impresora 3D para hacer el bien. Pero sobre todo lo bien que lo cuentan, clave para que lleguen lejos.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo.
A veces pecamos de querer ser perfectos. O peor, de querer parecerlo.
Todos tenemos que superar obstáculos en el camino. Y por mucho que eso te haga sentir vulnerable a veces contarlo es positivo.
Porque conectas con los demás, hace que tu empresa sea más humana. O mejor, lo parece.
Hoy te cuento cómo un hombre transformó un basurero en un parque y como no escondió todos los problemas encontrados por el camino. Hasta que consiguió el apoyo de la ciudad.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
Tu web puede ser preciosa, cargar rápido, verse bien en el móvil… Pero si no es fácil de entender, te guía, y da confianza no te servirá para vender.
Y las herramientas para conseguir eso son las palabras. Más concretamente las historias.
Hoy te cuento la historia de como en los países asiáticos sueltan patos en los arrozales para mejorar la producción.
Igual que hay que escribir buenos textos en la web para mejorar las ventas.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
Hemos perdido la empatía. Presumimos de nuestro mundo hiperconectado y después no conseguimos conexiones reales.
Cuando se trata de una de las mayores ventajas competitivas que existen.
Y solo se trata de saber escuchar de verdad. De pensar en el otro.
Cuando diseñas un producto, cuando envías un mensaje, cuando tomas una decisión… Piensa siempre en tu cliente
Hoy te cuento como una mujer ayudó a unos vecinos abueletes a sobrellevar mejor el confinamiento. Solo usando su empatía consiguió hacerles sentir especiales.
Tu negocio vendería más si tus clientes también se sintieran así.
Mira a ver si te inspira para conseguirlo.
Si tu cliente ideal escaseara, es fácil que pensaras en doblar esfuerzos en publicidad para ser más visible, ¿no?
Aunque otra opción sería intentar aumentar el número de clientes ideales. Pero claro, decirles que compren no parece muy efectivo.
Piensa otra manera diferente, innova.
Hoy te cuento la historia de cómo Michelín terminó inventando una guía de restaurantes para vender más neumáticos. Pensó fuera de la caja y fue todo un éxito.
Mira a ver si te inspira para conseguir tú también lo mismo.
Es correcto describir las características de tu producto o servicio en tu web. Diría que es hasta importante.
Pero no es lo único.
Necesitas una estrategia más efectiva para llegar al corazón de tus clientes.
Necesitas hacerles sentir que lo necesitan.
Necesitas historias.
Historias que se les queden grabadas en la memoria.
Hoy te cuento la historia de la estrategia de Japón para combatir los futuros tsunamis. Una estrategia que une acciones de corto y largo plazo. Todo para conseguir su objetivo.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
Entiendo que sabes a quien te diriges. Cual es tu cliente.
Pero… ¿sabes cuál es el problema específico que le solucionas con tu producto?
Porque ahí está la clave.
Si te equivocas y tu web se centra en otro problema (o ni siquiera eso) tu web no convertirá. No venderá. Cerrarás.
Hoy te cuento la historia de unos periodistas que creyeron que unas gallinas molestaban a los vecinos. Era verano y tampoco tenían muchas más noticias que dar así que se “inventaron” la noticia.
Que no te pase a ti lo mismo, escucha a tus clientes.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.
P.D: Si hubieran escuchado a la gente otro gallo cantaría.
Tendemos a pensar que nuestra web debe de resaltar solo lo mejor de nosotros. Sin mostrar errores o carencias.
Sin embargo por el camino también perdemos la autenticidad.
No hay nadie perfecto, ir de cara puede ser de las mejores estrategias para conectar con tus clientes. Para enamorarlos.
Hoy te cuento la historia de cómo Matt Damon conoció a una madre soltera que trabajaba en un bar y se enamoró de ella. Tanto que se casaron y formaron una familia. Solo porque la mujer se mostró tal cual era. Sin filtros.
Sirve tanto para sentir amor como para tener ganas de comprar.
Mira a ver si te inspira para lo tuyo.