1er Domingo de Adviento
padre Antonio Pavia
🎧 Este podcast es un proyecto sin fines de lucro, con fines catequéticos. Todo el contenido se comparte con respeto a los derechos de autor y con intención evangelizadora.
🎙️ Aviso importante para nuestros oyentes:
"Católicos en Camino" es un espacio de evangelización y formación espiritual sin fines de lucro. Todo el contenido compartido —incluyendo reflexiones, lecturas bíblicas, música y fragmentos documentales— tiene como único propósito acompañar, inspirar y fortalecer la fe de quienes nos escuchan. Respetamos los derechos de autor y utilizamos materiales con licencias abiertas, de dominio público o con el debido permiso, siempre procurando honrar la verdad, la belleza y el bien. Si identificas algún contenido que deba ser revisado, por favor contáctanos con confianza. Caminamos juntos, con humildad y amor, hacia el encuentro con Cristo."
Santo Rosario para rezar junto a los angelitos de la casa, a quienes Dios escucha con infinito Amor
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Coronilla de la Divina Misericordia
Para recitar la Coronilla de la Divina Misericordia se usa un rosario normal y se sigue esta secuencia:
1. La señal de la Cruz: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
3. Ave María
4. Credo (Símbolo de los Apóstoles)
5. En cada grano mayor del Rosario, cuando normalmente se dice el Padre Nuestro, diga:
Padre Eterno,
Te ofrezco
el Cuerpo, la Sangre,
el Alma y la Divinidad
de Tu amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación
de nuestros pecados
y los del mundo entero.
6. En cada grano menor del Rosario, cuando normalmente se dice el Ave María, diga:
Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.
7. Invocación: Al final de la corona, la siguiente oración se reza tres veces seguidas:
Santo Dios,
Santo Fuerte,
Santo Inmortal,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.
8. Oración para concluir (opcional)
Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. Amén.
Rosario de sanacion y liberacion
presidido por padre Moises Larraga
(qepd)
Se comienza la Corona rezando la siguiente invocación:
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.
(Hacer Petición o Agradecimiento).
I. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego de la Caridad Perfecta. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
II. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
III. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
IV. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
V. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
VI. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
VII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
VIII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
IX. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías
Conclusión
En honor a San Miguel. (1 Padre Nuestro)
En honor a San Gabriel. (1Padre Nuestro)
En honor a San Rafael. (1 Padre Nuestro)
En honor a nuestro ángel de la Guarda. (1 Padre Nuestro)
O Glorioso Príncipe San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, Guardián fidelísimo de las almas, Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino,…Sois nuestro admirable Guía y Conductor.
Tú que brillas con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, líbranos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a ti Asístenos con vuestra afable protección para que seamos más y más fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.
V. Rogad por nosotros, O Glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor.
Omnipotente y Eterno Dios, te adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, has escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de tu Iglesia.
Humildemente te suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor Nuestro, guiadnos por medio de este mismo Arcángel. Envíale que nos conduzca a la Presencia de Vuestra Excelsa y divina Majestad. Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor.
amen
Un programa con el mensaje de hacer pensar un buen rato
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Siervos de los Corazones Traspasados de Jesus y Marria
La Medalla Milagrosa fue dada por la Virgen María a Santa Catalina Labouré en 1830 como un signo de su amor maternal y su deseo de proteger a la humanidad.
- Madre Adela destaca cómo esta medalla ha sido fuente de innumerables conversiones, sanaciones y milagros, especialmente cuando se lleva con fe y confianza.
- Se enfatiza que la Medalla no es un amuleto, sino un canal de intercesion
En un mundo herido, María nos ofrece su Medalla como escudo de amor y esperanza. Madre Adela nos recuerda que, con fe, esta Medalla puede conquistar corazones y proteger naciones. Que cada día sea una consagración a su Corazón Inmaculado.
> Hoy meditamos con Madre Adela sobre el poder de la Medalla Milagrosa. No es un objeto más, sino una promesa viva de la Virgen: “A través de esta Medalla, se derramarán grandes gracias”.
creditos: SCTJM
http://www.corazones.org/
enfoque altruista y educativo
uso con fines de catequesis y propagacion de la Devocion
sin fines de Lucro
La fe cristiana lleva al compromiso por la justicia.
El presente es para comunicarles que Caballeros de Colón ha acordado con los Coordinadores de Desarrollo Regional, les proporcionen a los consejos locales el documental titulado: Francisco, el Papa del Nuevo Mundo.
Este documental fue producido por Caballeros de Colón y buscando una oportunidad para darlo a conocer a la mayor cantidad de gente posible y dado el sincero interés de los Coordinadores de Desarrollo Regional para también así hacerlo, logramos acordar que se presente el documental "Francisco, el Papa del Nuevo Mundo" en los consejos locales.
Los invitamos a que sean participes de la proyección del documental en sus distintos consejos locales y a darlo a conocer a sus Funcionarios de
creditos Caballeros de colon
La soledad del avaro y el testimonio cristiano de la generosidad.
El Señor esté con vosotros. Programación del Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan. Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre, la hermana de su madre, María, la de Creufás, y María, la macaleña. Y Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto amaba, dijo a su madre, «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Y luego dijo al discípulo, «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa, palabra del Señor. ¿Pueden sentaros? Antes de entrar de lleno en una pequeña catequesis sobre ese texto, quiero decir una cosa que es muy importante que la sepamos y que me pasó en Ecuador hace muy poco antes de volver a España. Es muy importante. Sabéis que hay quien dice que cuando se habla de los hermanos de Jesús, que María tuvo varios hijos. Los hermanos separados, casi todos creen que fue así. Porque, claro, ahí está la cosa, ¿no? Hermanos, pues puede decir primos o no. Entonces te meten la duda y hacen un daño enorme. Recuerdo que un par de meses, quizá no más, antes de volver a España, me dijo una catequista de padre, tengo un amigo que es judío y quiere bautizarse y quiere hablar con un sacerdote porque tiene algunas dudas. ¿Puede venir con usted? Yo le dije sí, que venga. Y vino este hombre. Un tipo muy abierto, transparente, veintitantos años, y me dijo, mira, se presentó, quisiera bautizarme, pero tengo una duda. Eso de los hermanos de Jesús, ¿cómo me lo explica? Porque es cierto que yo soy judío y sé que hermano significa todo el clan familiar, pero tampoco quiere decir que no. ¿Usted me da alguna respuesta? Yo nunca había tenido respuesta. Pero en ese momento Dios me iluminó. Es que Dios es así. Te ilumina en el momento preciso. Y dije, vamos a ver. Tú eres judío, ¿no? Claro, sí. Tú sabes muy bien. Hay una ley en el judío, en el judaísmo. Tiene que ver con lo que se llama levidad. Tiene que ver. Y es que cuando una mujer viuda... muere y no tiene hijos, un clan de la familia tiene la obligación de acogerlo en su casa. Y este fue el caso. Este buen hombre, que era muy honesto, me hizo así con la mano. Padre, no siga. Lo he entendido perfectamente. María tuvo solamente un hijo. Si hubiera tenido más, no le hubiera dicho, madre, ahí tienes a tu hijo. Dios actúa así. significa, Jorge? Para ti y vale para todos. Que María sea tu madre, significa que ella te va a llevar donde tú no quieres, que es al pie de la cruz. ¿Y por qué no quieres? Porque nadie quiere. Nadie quiere estar al pie de la cruz. Es contra nuestra naturaleza. Hasta tal punto nadie quiere, querido Jorge, que hasta el mismo Jesús en el huerto de los ríos dijo, Padre, si es posible que pase de mí este cambio. Pero, y ahí apareció la grandeza de la fe, la grandeza del Hijo de Dios y la grandeza inesorable de los discípulos de Jesús. No se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres. Lo que yo quiero en mi naturaleza es que me duele Me duele que me hieran, que me maltraten, que me desprecien, que me pisoteen. Todo eso es lo que está pasando aquí en el Huerto de los Olivos. Me hieren. Mi carne lo rechaza. Y mi sensibilidad también. Pero he venido en tu nombre para salvar a toda la humanidad. Eso es lo que tú quieres, ¿no? Aquí estoy, Señor. Aquí estoy. En el mismo contexto, salvando las distancias, encontramos a Juan al pie de la cruz. ¿Por qué no se dice que era Juan? ¿Alguien lo sabe? Qué malo que soy, qué malo que soy. Pero mal que Dios me quiere así. No aparece el nombre porque ese nombre lo tienes que poner tú. Qué bonito, ¿verdad? No aparece el nombre. El nombre lo pones tú, es tu nombre. Y aunque lo rechaces visceralmente, decimos aquí estoy. Igual que Jesús visceralmente lo rechazó. Que aparta de mí este cáliz, aparta de mí el calvario, lo dijo Jesús. Que nadie os engañe, lo dijo Jesús. Sólo que el amor fue más fuerte que su miedo. El amor al Padre, el amor a la humanidad, el amor a ti, el amor a Juan como discípulo amado, en ese momento hablamos de Juan.
05. Confesión de una esposa
Motivos que amenazan la armonía conyugal
Motivos que amenazan la armonía conyugal
El valor de la alegría espontánea
La defensa de los propios derechos y de los de aquellos más débiles
La historia comienza en una tienda de antigüedades en Sevilla, donde el padre Ramón regatea el precio de un Cristo de madera que luce muy deteriorado.
A la imagen le falta la cruz, también media pierna, un brazo y el rostro, ya que aparentemente fue profanada durante la Guerra Civil Española. No obstante, es una fina obra de arte que merece ser restaurada.
El padre Ramón se sorprende cuando el Cristo le prohíbe que lo restaure. El Cristo roto prefiere no ser restaurado, porque desea que sea visto su rostro: "el rostro de todos nuestros hermanos, los Cristos rotos vivos y sufrie
El verdadero sentido del precepto dominical.
El Padre Vicente, un cura de barrio, escribe sus experiencias cotidianas y las cuenta a los oyentes. Por las páginas de su diario desfila una inmensa gama de personajes, con sus problemas, sus preguntas y sus esperanzas.
En esta entrevista amplia, variada (autobiográfica y doctrinal; experiencial y conceptual; africana, romana, universal...), sincera, briosa y en tantos momentos cautivadora, el cardenal Sarah aborda con altura y franqueza los grandes temas eclesiales de la actualidad: desde la misión de la Iglesia, la evangelización, la liturgia o la oración, al celibato sacerdotal, las vocaciones, la lucha contra la pobreza o las más candentes cuestiones en torno a la familia y al matrimonio.
En esta entrevista amplia, variada (autobiográfica y doctrinal; experiencial y conceptual; africana, romana, universal...), sincera, briosa y en tantos momentos cautivadora, el cardenal Sarah aborda con altura y franqueza los grandes temas eclesiales de la actualidad: desde la misión de la Iglesia, la evangelización, la liturgia o la oración, al celibato sacerdotal, las vocaciones, la lucha contra la pobreza o las más candentes cuestiones en torno a la familia y al matrimonio.
En esta entrevista amplia, variada (autobiográfica y doctrinal; experiencial y conceptual; africana, romana, universal...), sincera, briosa y en tantos momentos cautivadora, el cardenal Sarah aborda con altura y franqueza los grandes temas eclesiales de la actualidad: desde la misión de la Iglesia, la evangelización, la liturgia o la oración, al celibato sacerdotal, las vocaciones, la lucha contra la pobreza o las más candentes cuestiones en torno a la familia y al matrimonio.
En esta entrevista amplia, variada (autobiográfica y doctrinal; experiencial y conceptual; africana, romana, universal...), sincera, briosa y en tantos momentos cautivadora, el cardenal Sarah aborda con altura y franqueza los grandes temas eclesiales de la actualidad: desde la misión de la Iglesia, la evangelización, la liturgia o la oración, al celibato sacerdotal, las vocaciones, la lucha contra la pobreza o las más candentes cuestiones en torno a la familia y al matrimonio.