Nunca dudes que la vida es una clase donde constantemente estamos aprendiendo.
Una forma de identificar la lección detrás de todo lo que nos sucede es analizar dentro de las circunstancias que vivimos, aquello que nos molesta específicamente, que nos disgusta, ya sea de una persona en particular, o de una situación determinada, pero no enfocando esa energía y ese análisis en cambiar esas circunstancias externas, sino buscando resolver a nivel interno del ser, aquello que nos genera conflicto con dicha persona o situación.
“Uno no piensa realmente en la muerte, hasta que se ve forzado a hacerlo”, es una de las primeras frases con las que uno se encuentra cuando empieza a ver la serie. Es lo que dice una de las personas que logra sobrevivir a la muerte, que logra regresar del más allá, después de haber tenido una muerte física total. Incluso dice que cuando tuvo ese accidente que la llevó a morir mientras su torso se destrozaba contra la embarcación con la que practicaba Kayak, nunca se había sentido más viva. No sentía miedo, dolor o pánico. Lo que realmente vive esta persona es un despertar del espíritu. En esta situación ella tiene la oportunidad de experimentar una muerte física, lo que facilita que su espíritu pueda vibrar más alto mientras ella se eleva por encima de este plano.
Yo tenía otra adicción que era igual de nociva, o peor que cualquiera de las otras. Era adicto a mi odio, a mi ira, mi rencor y todo lo que desde allí se desprende. Esos venenos se habían convertido en los mecanismos de defensa de mi elección. Eran las armas que había creado y labrado desde pequeño para defenderme de este mundo espinoso, de este mundo hostil y difícil, y no me atrevía a soltarlas por miedo a ser herido de nuevo.
El perdón fue una de las primeras tareas que me encomendó Dios para empezar mi sanidad, pero ustedes se preguntaran ¿Cómo así que Dios se lo pidió? ¿Cómo pudo escucharlo? bueno la respuesta es que pude escucharlo a Él a través de la meditación. Orar es hablar con Dios, meditar es escucharlo.
Después de la segunda meditación con mis hermanos de la Ciencia de la Espiritualidad, tuve mi despertar espiritual. Fue justo después de abrir los ojos al terminar mi sesión, que empecé a sentir que algo había cambiado en mi, y era algo que jamás había sentido. Una alegría exorbitante emanaba de mi interior, como cuando te enamoras de alguien, como cuando le dices a ese alguien te amo y te responde igual. Era algo así pero multiplicado por una cantidad difícil de cuantificar, difícil de medir; multiplicado por infinito tal vez.
A muchos podrá parecerles raro que diga que simplemente fui a un grupo de meditación y en la segunda sesión tuve mi despertar, podrá parecerles muy prematuro y ficticio, pero en realidad no fue un camino fácil. Me tomo 34 años tener un despertar profundo; 34 años en los que cada día que pasaba estaba más perdido, desde que estaba niño con los conflictos de autoestima y amor propio, hasta las crisis de identidad de la adolescencia y los problemas que empiezan a llegar con la adultez. Pero Dios llegó a través de la Ciencia de la Espiritualidad, y todo en mi vida cambio.
Después de haber enfrentado la muerte ya haber ganado la batalla con las fuerzas de Dios, estuve algunos días con la incertidumbre de no saber como empezar a cambiar mi vida, hasta que un día, en medio de la nada, aparece uno de los tantos ángeles enviados por Dios para guiar mi camino por este sendero espiritual.
El suicidio se suponía iba a hacer el punto final del libro de mi vida hace unos años. Era el cierre del último capítulo de mi existencia. Ese momento coyuntural que había planeado y postergado en varias ocasiones, pero realmente fue el principio del fin, fue el momento en el que mi vida cambió para siempre, fue el momento que llamé a Dios.
En este podcast cuento lo que fue y representó para mi tener un despertar espiritual, una experiencia de vida que trajo cambios positivos en mi forma de ser y de pensar. Bienvenidos a mi nueva historia.